jueves, 3 de septiembre de 2009

La guerra de los "Jaguarians"


La guerra de los “Jaguarians”
Eleneo era un Semidiós - guerrero conocido en casi todo el continente, fue hijo del Dios Ares y de la guerrera Laila. Ares, dios de la Guerra, le concedió un gran poder de niño lo cual lo hizo superior a los otros niños y heredo de su madre la habilidad, agilidad e inteligencia que eran necesarias para pelear.
Eleneo pertenecía a la descendencia de los “Jaguarians”, una tribu guerrera casi extinta que era conocida por ser la mejor tribu guerrera del mundo. Todos los habitantes de esta tribu desde que nacían tenían que entrenar muy duro, el entrenamiento duraba 20 años y muchos no lo podían terminar.
Eleneo era el mejor guerrero de la tribu y había sido entrenado por el mejor guerrero llamado Ícaro quien era una leyenda de los combates, que decidió dejar de pelear pero dijo que un día volvería para ser      grande otra vez.
Como era de esperarse, al igual que los demás, fue contratado por el ejército romano quien le prometió un cuarto de las riquezas conquistadas a cambio de su lealtad y la de sus tropas.
En esos tiempos el Imperio Romano había sufrido una gran guerra con los pueblos barbaros de los alrededores durante 5 años lo cual los dejó debilitado y sin recursos.
Un día el Emperador Julio Carlo fue informado que en una ciudad no muy lejana llamada La Estela, estaba creciendo con rapidez debido a su buena ubicación por mar y tierra, por ello era una creciente amenaza para el imperio, además de una gran oportunidad para ganar recursos perdidos en la anterior guerra y para demostrar la lealtad de Eleneo.
Así pues, el Emperador dispuso que un gran ejercito de casi 10 000 hombres salieran de la ciudad y se encaminaran a ciudad llamada La Estela. El viaje duró un mes por lo cual el ejercito tuvo que pasar por ciudades aliadas quienes les daban alimento, agua y alojamiento.
A su llegada a La Estela, se encontraron con un gran ejército que los superaba de 1 a 10, ya que habían sido informados de que el ejército del Emperador iba a tomar la ciudad.
En ese preciso instante la pelea estalló. Por un lado la gran multitud de soldados de La Etela y por otro lado un puñado de guerreros al mando de Eleneo, quien no le tenía miedo al ejército enemigo y arremetió sin piedad con sus tropas.
Mientras transcurría la pelea Eleneo y sus tropas arrasaban con todo guerrero que se le interponía. En ese momento se escuchó una gran trompeta y apareció lentamente un fornido y enorme guerrero armado hasta los dientes y la multitud empezó a corear su nombre:”Ícaro, Ícaro, Ícaro”. Eleneo no lo podía creer, iba a combatir contra su propio maestro.
Eleneo arremetió contra su maestro con desesperación y locura pero Ícaro supo responder esquivando su ataque con gran agilidad. De un zarpazo Ícaro le corto el estomago y se puso a reír diciendo: “en verdad creías que me ibas a ganar, estas más loco que tu padre que decidió tener un hijo con una guerrera humana”
Ares al escuchar esto en el Olimpo decidió intervenir en la pelea así que le pidió a Zeus que reviva su hijo para que se pueda vengar y Zeus así hizo.
Luego que Eleneo se levantara, para admiración de todos, empezó a resplandecer de energía y sus tropas también, en ese momento se escuchó la voz de Ares que decía:”hijo te doy fuerzas a ti y a tus tropas para que hagas lo que has venido hacer, así también para que acabes con Ícaro que ya se ha burlado lo suficiente de mi”
Entonces Eleneo cogió su lanza y con una fuerza indescriptible la lanzo a Ícaro, a quien lo atravesó por completo. Entonces todo el pueblo al ver esto empezó a huir mientras que las tropas romanas los aplastaban.
Ese mismo día las tropas romanas tomaron el pueblo y llevaron sus riquezas consigo de retorno a Roma. Al retorno Ares se le presentó a Eleneo y le ofreció vivió en el Olimpo junto a él para estar con los otros dioses y ser recordado por siempre como el mejor de los guerreros de la historia y tomar parte de las leyendas.

Así pues, Eleneo exigió su recompensa ante el Emperador y emprendió su viaje hacia el Olimpo…. Para ser recordado por siempre.

Sebastián Olano Alvarado
Nº18                       2ºD

1 comentario:

  1. Tus referencias a los dioses las has insertado muy bien, cuidado con la ortografía.

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