En G-R-A-5-A, el tiempo que transcurre allí es mucho más lento que el de la Tierra. Por eso, cuando Grasalio llegó a la Tierra apenas en la etapa de Grecia. Al llegar, Grasalio se topa con unos aldeanos griegos que, apenas con verlo: cayeron en risa por su enorme nivel de colesterol, obviamente en aquellos tiempos tenía uno que tener fuerza e inteligencia para sobrevivir en aquella época; pero con lo gordo que era Grasalio, los griegos pensaron que él se moriría a la semana de vivir allí.
Grasalio, ofendido por sus burlas; trató de destruirlos con sus poderes de dios, pero recordó que sus únicos poderes eran comer sin hartarse, lo que lo hizo simplemente ignorar a esos aldeanos e irse a buscar un hogar. Ya en Atenas, decidió ir a comprar una casa, pero el encargado de tales tareas (aguantándose la risa), no le aceptó su dinero debido a que allí ellos usaban monedas de Aegina, él se sorprendió al ver que las mercancías y demás usaran trozos de piedra u oro con formas en el centro, en su planeta simplemente intercambiaban comida; al no poder comprar una casa, Grasalio no tuvo más opción que ser un trotamundos sin hogar.
Mientras Grasalio andaba sin nada, hambriento y sin hogar; los dioses griegos lo observaban desde el Olimpo, ellos sabían que él era un Dios, obviamente los dioses lo ven todo; pero antes de acogerlo quisieron ver cómo le iba sin usar sus habilidades. Mientras Grasalio andaba por un sendero, se le apareció la imagen de Zeus frente a él, su sorpresa fue nula (ya que no sabía quiénes eran dioses o no), pero lo único que le impresionó fue el hecho de que Zeus se le apareciera de la nada. Después de aquel sobresalto, Zeus le ofreció vivir en el Olimpo con los demás dioses para acogerlo por su llegada; Grasalio no supo que decir, ya que él no sabía que Zeus era un Dios; unos instantes después de que Zeus le explicara lo de los dioses griegos, Grasalio aceptó su oferta de un hogar.
Al llegar al Olimpo, todos los dioses les dieron la bienvenida a Grasalio, quien no podía creer lo increíblemente grande que era su hogar, sin más apuros, Grasalio empezó a hospedarse en un rincón de nubes. Después de un tiempo en el Olimpo, los demás dioses se preguntaban a que había venido él a la Tierra, así que Grasalio se los explicó; un rato después de contarles la historia del inicio, los demás dioses quedaron impresionados por todo lo que le ocurrió; a Ares no le importaba en absoluto, ya que él siempre les contaba sus hazañas a los demás dioses pero a ninguno le importaba; por eso sintió envidia y rencor hacia Grasalio.
Un día como cualquiera en el Olimpo, Hades vino de visita a ver a sus compañeros inmortales, y al igual que Ares, él sentía un rencor hacía Grasalio, nunca se supo por qué, tal vez porque le daba envidia que a Grasalio, con sus poco tiempo en la Tierra haya logrado el cariño de los dioses, o tal vez porque le caía mal. Ambos dioses planearon una tarea para Grasalio que él no pudiera evitar.
Obviamente ellos sabían que él quería convertirse en el rey de la Tierra para ganar la confianza de sus aldeanos; así que le dieron un trabajo en el que él podía salvar la Tierra y así los griegos y tal vez el mundo entero le pidan que él sea su rey,- así tal vez se vaya del Olimpo- dijo Ares con expresión de ansiedad. Lo primero que hicieron fue enseñarles a los griegos el arte de la contaminación, para así llenar la Tierra de basura. Grasalio, al ver todo esto y aprovechando el momento: abrió su boca y empezó a devorar cada trozo de basura que había en el planeta (uno de los dones de los del planeta G-R-A-5-A era que nacieron sin papilas gustativas, lo que los hace inmunes al mal sabor).
Ya después de salvar al antiguo mundo de la contaminación, los griegos lo convirtieron en su emperador. Al cumplir su objetivo, Grasalio fue velozmente a G-R-A-5-A para avisarles a sus pobladores y así convertirse en su rey. Cuando él se fue y la Tierra llegó a la edad moderna, todo el mundo se había olvidado de Grasalio y viceversa, así que nadie los pudo salvar de la contaminación que sufre el mundo ahora.
Luis Llacza
No hay comentarios:
Publicar un comentario