viernes, 4 de septiembre de 2009

THE ALL AMERICAN BOY

Era una noche helada y muy oscura, y una extraña una mujer caminaba por la acera. De repente, la mujer se resbaló y cayó en una alcantarilla. Steve Rumlow, que estaba apoyado en una pared, se dirigió hacia la alcantarilla y ayudó a la mujer a salir. La mujer quedó muy agradecida con el hombre, lo abrazó y le dijo que si alguna vez necesitara algo, vaya a la cima de la montaña Baxter. Steve no entendía de qué hablaba la mujer y le preguntó si es que ella vivía allí. Entonces la mujer respondió:
     - Ya verás. Solamente sube a la montaña Baxter cuando necesites ayuda.
Un extraño resplandor de color amarillo rodeó a la mujer y esta se fue elevando poco a poco hasta que desapareció entre las nubes.
 
Steve se fue a dormir esa noche, algo asustado por lo ocurrido. Como era militar, se levantó al día siguiente a las cuatro de la madrugada, hizo su cama y se fue a desayunar. Ya en el comedor, se encontró con sus amigos, pero no les contó lo ocurrido la noche anterior. Entonces, uno de los jefes superiores, el Gral. Nick Faustus se paró en el medio del comedor y les dijo a todos:
     - Caballeros, en vista de que no se ha encontrado solución al conflicto con Rusia, nosotros, los Estados Unidos de América, nos declaramos en guerra. Mañana en la mañana les daremos las instrucciones del caso. Por ahora, tienen el día libre.
 
Muchos soldados fueron a visitar a sus padres por si no volvían. Pero Steve no tenía padres, ya que murieron cuando era niño. Sin embargo, se acordó de lo que la mujer misteriosa le había dicho y, como no tenía nada más que hacer, fue a la montaña. Tuvo que subir a pie, ya que no había manera de subir en auto.
  
Una vez en la cima, vio una lápida que tenía grabado:
Si tu deseo quieres cumplir, a los dioses romanos les debes pedir.
Steve dijo entonces:
     - ¡OH, grandes dioses apiádense de mí y cumplan mi deseo!
Entonces, Júpiter, dios del cielo y soberano de los dioses, apareció en el cielo y exclamó:
     - ¡Qué mortal osa pedir mi ayuda!
Steve gritó:
     - ¡OH, gran Júpiter ayúdame a cumplir mi deseo!
A lo que Júpiter respondió:
     - No te preocupes te traeré a mi hija, Minerva, diosa de la guerra y la sabiduría. Ella te ayudará.
  
Júpiter se desvaneció y, de pronto, apareció Minerva, quien dijo:
     - Tú eres el joven que me sacó de las alcantarillas. Te prometí ayudarte en lo que desearas. ¿Qué deseas?
Steve dijo:
     - Minerva, ayúdame a convertirme en el mejor soldado jamás visto y acabar con las guerras en este mundo.
     - Está bien. Te daré habilidades que ningún mortal podría tener.
Y un brillo se desprendió de la mano de Minerva y cayó encima de Steve. Pero este, después de agradecerle a Minerva, le preguntó:
     - ¿Qué hacías paseando por el mundo esa noche?
Pero Minerva desapareció antes de responderle.
Steve regresó a la base de la armada estadounidense.
 
 
A la mañana siguiente, se levantó y se sintió diferente, con más energías que nunca. Fue al baño y, al coger el cepillo de dientes, se dio cuenta que su brazo derecho estaba hecho de metal y descubrió que se podía convertir en cualquier arma. Convertido ya en un superhéroe, se diseñó un traje, cambió su nombre a “The All American Boy” y pensó en cómo acabar con las guerras.
    
Se dirigió hacia Rusia, junto con todos los demás soldados, que le preguntaron por qué el brazo de metal. Este les contó lo sucedido y les dijo su estrategia. Al llegar a Rusia, el ejército ruso los esperaba en la frontera de su país. Pero “The All American Boy” cambió su brazo por un cañón de protones y acabó con el ejército ruso.
 
El presidente de Rusia se asustó, aún sabiendo que tenía millones de soldados más. Por eso, decidió llegar a un acuerdo con Estados Unidos y resolver su conflicto. Todo el mundo aprendió de la lección de que dialogando se pueden resolver los conflictos, pero lamentablemente se tuvo que recurrir a acciones exageradas para que el mundo recapacite.
 
Eduardo Pardo-Figueroa Calixto.
Fuente de Imágenes: Yo

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